Como viene siendo habitual en los últimos tiempos, el Gobierno del PSOE ha preferido morir matando antes que resistir ante los intereses de la oligarquía empresarial, aprobando, como última medida de su mandato, un Real Decreto que profundiza en el desmantelamiento de los derechos laborales de la juventud. Esto pone en evidencia una vez más que, mientras el poder real lo controlen los banqueros, empresarios y especuladores, los derechos conquistados por la clase trabajadora nunca dejarán de estar en peligro.
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